El boogie-woogie es un baile swing en pareja que se originó en los Estados Unidos en la década de 1950. Está inspirado en la música boogie-woogie, un estilo de blues tocado rápidamente en el piano. Este baile ganó popularidad en Europa en la década de 1980 y ahora es reconocido a nivel mundial como un baile de competición. En Blue Move, practicamos el boogie-woogie como un baile social, sin coreografía fija. Es guiado por el líder y seguido por la seguidora, con especial atención en la conexión entre los socios. El baile boogie-woogie es conocido por su energía y vivacidad. Consiste en movimientos rápidos y pasos básicos simples. Aunque generalmente se baila con ritmos rápidos, también puede adaptarse a tempos más lentos, donde la interpretación musical se vuelve primordial. Los pasos básicos del boogie-woogie suelen ser secuencias de seis u ocho tiempos, con variaciones como el «sugar push», el «whip» y el «send out». Este baile combina técnica, musicalidad y creatividad, ofreciendo a los bailarines la oportunidad de expresarse libremente en la pista de baile. Puedes bailar boogie-woogie con otros tipos de música además del tradicional boogie-woogie tocado en el piano. Aunque originalmente esta danza se practicaba con música boogie-woogie, los bailarines han adaptado esta danza a otros géneros musicales, incluyendo otros estilos de swing y rock and roll. El boogie-woogie se caracteriza por sus movimientos rápidos y enérgicos, por lo que se adapta bien a la música con un ritmo animado y enérgico. Sin embargo, siempre es importante tener en cuenta el ritmo y el estilo de la música cuando bailas boogie-woogie y adaptar tus movimientos en consecuencia.
PRINCIPIANTE
Pasos básicos: Aprender los pasos fundamentales a 6 tiempos, a menudo en forma de triple paso, paso-paso y triple paso.
Conducción y seguimiento: Comprender los roles del líder (guía) y del seguidor.
Figuras simples: Básicas como los «change places», «pushes» y «side passes«.
Posición y postura: Familiarizarse con la posición correcta al bailar, a menudo sosteniéndose más alejado del compañero que en otros bailes swing.
Musicalidad: Adaptar el baile a los diferentes tempos y estructuras de la música.
Figuras más complejas: Incorporar movimientos como los «spins«, «turns» y algunas rutinas básicas.
Técnica: Mejorar la calidad de los pasos, la velocidad y la precisión de los movimientos.
Estilización: Empezar a añadir adornos y variaciones personales a los movimientos.
Introducción a las acrobacias: Aprender movimientos acrobáticos simples y seguros con la ayuda de una persona instructora calificada.
AVANZADO
Dominio técnico: Ejecución fluida de movimientos complejos con precisión.
Musicalidad avanzada: Bailar con matices sutiles, improvisar y jugar con la música.
Figuras avanzadas y acrobacias: Integrar secuencias complejas, giros rápidos y movimientos acrobáticos más avanzados.
Expresión y rendimiento: Desarrollar una presencia escénica y la habilidad de conectarse con el público durante las actuaciones.
Enseñanza y coreografía: Muchas personas bailarinas avanzadas enseñan, crean rutinas o participan en competiciones.